miércoles, 11 de junio de 2008

La Pija del FGC

Y es que no hay nada más molesto que una avería en los ferrocarriles de la generalitat cuando tienes que llegar a un examen de análisis fílmico (es que llueve un poco y a esta ciudad se le hunden el alma y los cimientos). La gente se agolpa ansiosa, se pega a tí, se pega mucho a tí... y entonces empieza a sudar. Lo cierto es que se ocurren(así a bote pronto) un par de situaciones en las que no me importaría pasar por esto. Pero cuando (y este era mi caso) te encuentras entre un negro boliviano que parece haberse comido a su numerosa familia, y un italiano (este no muy grueso) con dos niñas pequeñas que no dejan de entonar una cancioncilla en italiano. Te empiezas a sentir como sin ganas de seguir adelante, sin ganas de vivir, y empiezas a sudar tú también.
Viajando en esta sufrida situación durante varias estaciones, llega por fin el momento de dejar a las niñas napolitanas (con esa voz no pueden ser más que miembros de la camorra) en el "cole" y de evacuar a esa pobre familia del interior de aquella sobresaliente y oscura figura. Yo respiro, aún hay gente y no me puedo sentar, miro a la gente que va entrando al vagón... Allí estaba ella... entró como un suspiro y la tuve enfrente, cerca de mí, muy pegada a mí... Era bastante alta, morena, delgada y, definitivamente, con más bigote que yo... Entonces comenzó a hablar. Hablaba y hablaba con esa vocecilla (algo así como el pitido de una olla express, pero más melódico) que me recordaba a Verónica Forqué en El Resplandor. Le contaba a su "compi" sueca de clase (que de sueca tendría el pasaporte, porque QUÉ FEA era la jodía) cosas sobre su gimnasiooo, sus clases de francééés, su portatil nuevooo... porque si, evidentemente era pija. Y no pija de fiestas y desfase a lo Lindsay Lohan, ni pija de CiU... era pija de folletín popular, vamos de las juventudes del PP... que sí, que esto se huele. Son las pijas feas que no ligan, y como no ligan se meten al partido, que allí se pilla cacho. Iba como Ana Botella a los 25, mal vestida y mal follada...
Yo viendo que no callaba y previendo que no callaría, me debatí entre dos opciones, o le arranco los pendientes de un mordisco, y, en medio de la confusión, le aplasto la cabeza con su portatil... o bien me porto como un señor caballero y le cedo un asiento que por fín se queda libre y la alejo de su parteneur vikinga. Como es obvio opte por la segunda, aunque estaréis de acuerdo en que la primera aportaba ese granito de justicia que falta en el mundo...

Pues eso, una mañana cojonuda... puede que otro dia cuente cuando me tocaron en los asientos de al lado un estudiante de ingeniería aeronáutica que ceceaba y su amigo al que le habian quitado el carnet de la bici...

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